PARA PODER DESEMPEÑAR DE UNA MANERA EFICIENTE TU TRABAJO DESDE CASA ES NECESARIO QUE CONSIDERES LOS SIGUIENTES PUNTOS:
1. Reconoce el buen trabajo:
El reconocimiento al trabajo bien hecho, en las rendiciones de cuentas que frecuentemente hoy en día se hacen por medio de varias plataformas de contacto (videollamadas) es una de las vitaminas más potentes, para mantener la motivación. Los logros deben ser celebrados, más allá de las recompensas económicas previamente acordadas (bonos, comisiones, aumentos, etc.).
En un equipo, dedicar tiempo a celebrar los hitos y a poner en valor el tiempo y esfuerzo empleados ayudará a generar confianza, unión.
2. Establece metas cortas y medibles:
Los proyectos que se alargan en el tiempo son muy desmoralizantes. Como profesionales, necesitamos tener la sensación de finalizar tareas y evaluar su resultado (aún en home office). Sólo así podremos otorgarle un significado a lo que hacemos. Para ello, introduce metas cortas y medibles. Esta retroalimentación continua, impulsará tu motivación ya que verás reflejado el resultado de tu trabajo.
3. Escucha: A ti mismo, a tu equipo, a tus superiores…
Escuchar te permitirá entender mejor a tu equipo o colegas y hacerles sentir valorados. Esa sensación puede ser un estímulo positivo en tu día a día.
4. Piensa siempre en positivo:
La felicidad en el trabajo y un ambiente positivo tienen un gran impacto en el futuro de tus proyectos. Teniendo en cuenta esto, adopta siempre un pensamiento que dé más importancia a aquello que salió bien que a los fallos cometidos.
5. Mantente bien alimentado:
Mantener unos altos niveles de energía, en el cuerpo es fundamental si queremos rendir en nuestro trabajo. Sin una alimentación sana y equilibrada, nuestra capacidad de atención y productividad se ven muy afectadas. Durante la jornada laboral, intenta realizar comidas de fácil digestión y bajas en grasas. Ten siempre a mano snacks sanos como fruta o frutos secos y, sobre todo, hidrátate. ¡No te olvides de tener siempre el agua a mano!.
6. Realiza descansos regularmente (No abusar de ello en casa):
Hacer pequeñas pausas es fundamental para mantener la motivación. ¿Por qué?.
1. Nos ayudan a relajarnos y evitar que caigamos en el aburrimiento con nuestras tareas.
2. Nos permiten retener la información generada durante el trabajo.
3. Nos invitan a reevaluar viejas ideas y a generar otras nuevas.
Es decir, descansar es necesario para refrescar la mente y volver a retomar el trabajo al máximo nivel. Sin esos momentos la concentración y la capacidad lógica disminuyen notablemente, y con ello, nuestra motivación. No más, no abuses sabiendo que no hay supervisión presencial de tu jefe inmediato, dado que estas en casa trabajando, ya que, tus resultados hablaran de tu desempeño y disciplina haciendo “home office”.
7. Mantente en forma:
A parte de nuestra alimentación, nuestro estado físico juega un importante papel en nuestra motivación. Una persona en buena forma es mucho más activa, se siente más fuerte y, por lo tanto, se ve capaz de sacar el trabajo adelante más fácilmente. Este componente físico y psicológico es clave para dar lo mejor de nosotros mismos. No lo dudes y haz deporte al menos dos veces por semana. Si no tienes tiempo para ello, evita permanecer muchas horas sentado, intenta caminar todo lo que puedas y olvídate del ascensor.
¡Lo agradecerás!
8. Encuentra tu propósito profesional:
Sentirnos a la deriva profesional es, sin lugar a dudas, una de las sensaciones más desmotivadoras dentro de la vida laboral. Para evitarlo, trata siempre de dar sentido a tu trabajo. Plantéate si es lo que realmente quieres, y si estás en el lugar donde te gustaría estar. Si crees que no es así, quizás debas empezar a pensar en introducir algún cambio en tu vida profesional
9. Sé transparente:
Cualquier persona que trabaje junto a ti, ya sean compañeros, empleados, socios o clientes; agradecerán tu sinceridad y honestidad. De este modo, estarás construyendo con ellos una relación de confianza que a la larga resultará muy satisfactoria.
10. Sé claro y preciso:
Cuando trabajas con un equipo es fundamental que la comunicación, en todas direcciones, sea fluida, clara y precisa. De este modo, todos los integrantes saben qué es lo que se espera de ellos y reciben retroalimentación de su trabajo.